Judith Vives publica un article a La Vanguardia per valorar les vies noves que Josep Lluís Micó obre en el periodisme literari, a partir de l'edició a Saldonar de Titulars i reserves. Podeu llegir l'article aquí

Solemos asociar el periodismo a la actualidad y a la rapidez, donde importa mucho ser el primero en dar una noticia. Pero lo cierto es que también existe otro tipo de periodismo que requiere de calma, tiempo y dedicación. Es el caso, por ejemplo, del periodismo de investigación o el periodismo literario.

El periodismo de investigación trata de mostrar temas que no se muestran de forma habitual o que tratan de ocultarse. Por otro lado, el periodismo literario o nuevo periodismo es una forma de no ficción que combina la información basada en hechos con técnicas narrativas.

El periodista Josep Lluís Micó ha unido el periodismo de investigación y el periodismo literario en los relatos de su nuevo libro: Titulars i reserves (Saldonar). En este libro, el catedrático de Periodismo de la Universidad Ramon Llull y vicedecano de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales de Blanquerna presenta tres muestras de periodismo literario sobre realidades y vivencias que sus protagonistas habían mantenido hasta ahora ocultas.

Los relatos tratan las experiencias de personas que, al encontrarse en situaciones muy críticas, recurrieron a soluciones extremas para poder tirar adelante. Los tres relatos tratan cuestiones como la violencia, la prostitución y el narcotráfico, temas que Micó ha trabajado a fondo durante meses, realizando entrevistas a muchas de las personas implicadas.

Experimentar con los relatos

Una de las características de estos tres relatos es que están escritos en un estilo único e innovador, que se adapta a cada historia. Micó explica que ha tratado de “ir un poco más allá del nuevo periodismo”. Para escribir estas historias, el periodista ha llevado a cabo un proceso de experimentación formal para dotar de un estilo diferente a cada relato.

La primera narración, Consejos para cortar una cebolla sin llorar, se centra en el acoso físico y digital que sufre una familia de Madrid que se instaló en un pequeño pueblo durante la pandemia. En el pueblo no fueron bien recibidos y empezaron a sufrir el acoso de los vecinos, dirigido especialmente a la hija adolescente.

Micó ha dado a este relato un formato de western, un género típicamente cinematográfico en el que a menudo se explican historias de forasteros que llegan a lugares hostiles. “En este western, las armas son los móviles y el paraje inhóspito, las redes sociales”. Este relato ya ha llamado la atención de la cineasta Judith Colell, presidenta de la Academia del Cinema Català y directora del Grado en Comunicación Audiovisual de Blanquerna, que ya está trabajando en su adaptación al cine.

La protagonista del segundo relato, titulado Producto interior bruto, es una universitaria que se convierte en prostituta de lujo para ganar el dinero y pagarse el prestigioso máster que quiere cursar. Micó ha conseguido no solo hablar con esta joven, sino también con algunos de los hombres que pagaron por sus servicios.

En este caso, el periodista ha optado por transcribir las entrevistas y encadenar las declaraciones de cada testimonio sin incorporar un narrador que explique los hechos. De esta manera deja a los propios protagonistas explicarse sin intervenir en el relato.

Finalmente, la tercera pieza, Gente que pasa, propone un experimento que fusiona dos géneros tan alejados como la entrevista y la poesía. El título de este relato es un juego de palabras que se refiere tanto a la gente que ha pasado por la vida del autor, como a los traficantes que pasan droga.

A lo largo de su trayectoria como periodista, Micó ha tenido ocasión de conocer y conversar con diferentes traficantes. Para esta historia, ha recuperado las entrevistas con estas personas para mostrar su perfil más humano. En lo que se refiere al estilo, el autor ha redactado estos perfiles como si fuesen las letras de canciones de rap y hip hop, en un estilo más cercano a la poesía que al periodismo.